Descubrimos políglotas

Descubrimos políglotas

El caso de Vaughn Smith, descrito en un artículo en The Washington Post, es el de un verdadero políglota que quiere pasar desapercibido porque no le gusta impresionar a nadie y no tiene ninguna intención de sacar un rédito económico de sus conocimientos lingüísticos.

Vaughn, que de hecho es más que políglota, es un hiperpolíglota, trabajaba limpiando alfombras cuando le hicieron la entrevista en abril del año pasado, habla un total de 24 lenguas con fluidez: 8 a nivel nativo, 6 prácticamente nativo, 10 a nivel intermedio y 17 como principiante, pero tiene nociones de bastantes lenguas más. Curiosamente, no cursó estudios superiores.

Tras la publicación del artículo, neurólogos y científicos especializados en ciencia cognitiva del Massachusetts Institute of Technology (MIT) le hicieron escáneres y otras pruebas para estudiar qué diferenciaba el cerebro de una persona con altas capacidades lingüísticas como él del resto de gente. Uno de los científicos que le atendieron era catalán, y estuvo encantado de saber que Vaughn hablaba su lengua, la había aprendido gracias a un amigo de Mallorca.

El suyo es un caso excepcional, esto seguro, pero ¿se han planteado alguna vez saber qué lenguas habla todo el personal de su empresa? Quizá tengan una sorpresa. Esta información no siempre se considera en los procesos de selección si el puesto de trabajo no requiere conocimientos lingüísticos de ningún tipo, y, por tanto, es difícil que llegue a los cargos directivos y a quienes toman decisiones estratégicas

Lo más impresionante de Vaughn Smith es que ha aprendido lenguas por placer, el placer de conocer y comparar estructuras sintácticas, etimologías paralelas, coincidencias o divergencias léxicas…, y sobre todo el placer de comunicarse en la lengua materna con la gente que ha ido conociendo. Seguramente ésta debería ser la motivación original para aprender una lengua, pero es una rara avis en un mundo donde todo se mercantiliza y se instrumentaliza.

También hay que destacar que él quiere seguir trabajando de lo que trabaja y haciendo la vida que hace, parece que no tiene interés en cambiar nada por más que sea un caso excepcional.

Puede leer el artículo en:

https://www.washingtonpost.com/dc-md-va/interactive/2022/multilingual-hyperpolyglot-brain-languages/?mc_cid=747164f7fc

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