La mayoría de empresas que buscan soluciones de IA en el ámbito lingüístico tienen el objetivo, oculto o manifiesto, de ahorrarse de pagar. Si lo puede hacer una máquina no vale la pena invertir ni un euro: ¡la IA es para todos y gratis!
Pero no es exactamente así, los recursos de IA disponibles sin pagar suelen ser demasiado generalistas o poco afinados y, a menudo, no resuelven con suficiente calidad nuestras necesidades. Pero hay soluciones de pago o soluciones a medida para muchísimas cosas, basta con buscar el asesoramiento apropiado.
En estos momentos, las empresas de servicios lingüísticos estamos obligadas a formarnos e informarnos para poder estar al día de las tendencias y novedades de nuestro sector, poder asesorar debidamente a nuestros clientes e ir encajando los nuevos avances en la práctica de la nuestra profesión.
En cualquier caso, para garantizar la calidad de nuestros textos, de los subtítulos, de las transcripciones, las interpretaciones, hoy por hoy todavía debe haber una intervención humana. Si nos paramos a pensar en la complejidad de la lengua y de los valores y conocimientos culturales asociados a ella, enseguida nos damos cuenta de que para que la comunicación sea óptima, no podemos confiarla sólo a la IA. ¡Pero la IA nos abre muchas posibilidades y tenemos que aprovecharla!